Ya está bien de comer siempre fuera. Hoy me encontré de oferta en el supermercado pulpo gallego fresco, así que ni me lo pensé, por 11 euros me llevé a casa un pulpo de 1,4kg bastante decente, y es que no siempre me puedo hacer un pulpo a la gallega aquí en Valencia.
Lo siguiente, cocinarlo. Cometí un error de principiante. Al pulpo fresco, a diferencia del congelado, hay que darle una paliza para que se quede blando y pierda la dureza de sus carnes. Las fibras de las que está hecha la carne del pulpo le dan esa dureza que desaparece al golpearlo, se rompen las fibras, por eso antiguamente se mazaba. Hoy en día el congelador hace lo mismo de un modo más cómodo. El pulpo congelado es más barato y prácticamente igual de sabroso, vale la pena congelar el fresco 24 horas.
Tras atizarle un rato, la receta de la abuela. Ponemos agua a hervir en una olla con una cebolla pelada entera. No es lo mismo que la tradicional olla de cobre pero da el pego. Cuando el agua rompe a hervir asustamos al pulpo, es decir, lo metemos y sacamos tres veces del agua, dejándolo fuera 10 o 15 segundos en cada movimiento, para finalmente dejarlo cocer unos 30 minutos. El objetivo de asustarlo no es otro que evitar que la piel se suelte del octópodo. Si el pulpo fuese congelado lo dejaríamos cocer diez minutos menos. Estos tiempos son para un bicho de 1 a 2 kg, si es mayor deberás incrementarlos.
Una vez ha pasado el tiempo oportuno, lo sacamos de la olla y lo dejamos enfriar en un plato, nunca lo servimos directamente. Mientras enfría cocemos las patatas, previamente peladas y cortadas en rodajas, en la misma agua de cocer el pulpo con un poco de sal y una hoja de laurel.
Cuando tengamos las patatas cocidas, metemos de nuevo el pulpo en el agua de cocerlo un par de minutos para calentarlo de nuevo, lo sacamos y lo troceamos. Ponemos en el plato de servirlo, a poder ser de madera, una base de patatas cocidas y sobre ellas el pulpo troceado. Echamos un poco de sal (gorda a ser posible), pimentón picante al gusto de uno mismo y rehogamos con aceite de oliva. Yo suelo echar también unas cucharadas de agua de la coción antes de condimentarlo si lo hago a la gallega, si fuese sólo “á feira” no. La diferencia está simplemente en las patatas, si lleva es “á feira“.
Este es el magnífico resultado. Lástima no haber tenido plato de madera.
Esta es mi receta, como lo suelo hacer yo, y me queda bastante bien. Hasta ahora todos los valencianos que han probado mi pulpo han salido más que satisfechos 🙂 .
Lo mejor, para acompañarlo, un mencía, tinto gallego por excelencia. Un Abadía da Cova de la Ribeira Sacra sería excelente.
Ya todos sabéis que soy un apasionado de la cocina (de comerla pero también de hacerla). Muchas veces nos cegamos en comer de restaurante cuando tenemos muchas oportunidades de disfrutar en casa. Otro día pondré más platos de mi tierra, Galicia. Hace una semana hice unas filloas espectaculares 😉 .
El puente de San José estaré por Pontevedra huyendo de las Fallas 😛 . ¿Quién me invita a un buen plato de pulpo? 🙂