El artículo anterior me ha llevado a preparar otro sobre Flash Catalyst porque creo que marcará un antes y un después en el desarrollo de aplicaciones. Ojo, no he dicho nada de desarrollo web sino de aplicaciones, sean online o de escritorio (AIR).
Flash Catalyst se encuentra ahora en su beta2, no conozco exactamente el roadmap definitivo pero imagino que la versión final saldrá a principios del próximo año.
La importancia de este producto es seguramente mayor a la que cabría esperar ya que estos días se ha sabido que habrá soporte nativo para Flash en el iPhone y que antes de final de año probablemente lo haya también para los sistemas operativos más populares para móviles (Windows Mobile, Palm webOS, Android y Symbian OS). Hablamos de Flash 10.1, no de Flash Lite. Menuda revolución será poder desarrollar juegos y aplicaciones para móviles sin Java, probablemente mucho más vistosas y compatibles.
Pero vamos al objeto de este artículo. Como he comentado, vamos por la segunda beta de Flash Catalyst. La probé ayer mismo y por casualidad. Al hilo de mi anterior artículo llegué a casa dispuesto a comprobar qué era aquello que había comentado el profesor del curso, recordaba haber instalado la primera beta pero no había hecho absolutamente nada con ella. Entonces entendí el porqué. Era una aplicación imposible de manejar, pesadísima, lentísima, consumía prácticamente todos los recursos de tu equipo. En su momento no pude ni darle una oportunidad, pero ayer, al ver que había una nueva beta, decidí probarla, ya que en las “release notes” uno de los puntos más destacados que se comentaban eran las considerables mejoras en el rendimiento global de la aplicación. Y así es, con esta beta sí que ya te apetece probar el producto y descubrir una herramienta fantástica, en serio. Pero no lo olvidemos, una herramienta para diseñadores, o mejor aún, para que los diseñadores y los programadores colaboren estrechamente y que permitirá crear aplicaciones con interfaces de usuario increíblemente avanzadas, y es que ésta, aunque no lo parezca, es la finalidad de Catalyst, llegar al siguiente escalón donde Flex no llegaba y, de paso, poner de nuevo en el meollo del trabajo a los diseñadores, algo abandonados por Adobe los últimos años.
Ojo a un detalle. Adobe presentó por primera vez esta herramienta en octubre de 2007 en el Adobe Max y la presentó funcionando, pero aún así han tardado más de dos años en ponerla a punto.
La teoría de Catalyst es sencilla. Que el diseñador diseñe y que el programador programe, y que para hacerlo no tengan que aprender ninguno de los dos casi nada nuevo. El diseñador seguirá trabajando con su Photoshop o su Illustrator de toda la vida y el programador hará lo propio con Flex. Entre los dos mundos se sitúa Catalyst.
Una vez el diseñador tiene la aplicación bien diseñada y preparada en Photoshop, importa directamente el PSD en Catalyst, con lo cual se importan correctamente las características que cada capa tenía allí. En este momento aparece la verdadera utilidad. Desde Catalyst se convierten los elementos del diseño inicial en componentes de Flex (botones, cajas de texto, listas…) con sólo hacer click en un menú. Se pueden incluso añadir ciertos eventos, cambios de estado, transiciones, efectos… todo de manera gráfica e intuitiva sin necesidad de escribir código alguno (sí, en serio). En realidad parece que lo que hace Catalyst es poquísimo, ¿cómo han podido tardar tantos años en hacer esto? Si has programado en Flex o has tenido que convertir un diseño desde Photoshop, sabrás lo que supone. Desde el propio Catalyst puedes probar el proyecto, se convierte a swf, incluso lo puedes compilar directamente en una aplicación AIR, pero lo mejor de todo es que los proyectos Catalyst se importan directamente en Flex4 para que el programador le añada toda la funcionalidad necesaria.
Digamos que es una herramienta a medio camino entre el entorno de animación Flash de toda la vida y Flex. Con Catalyst (creo) no podrás hacer animaciones ni virguerías varias, pero crearás aplicaciones con una interfaz de usuario impresionante, justo lo que hasta ahora era, si no imposible, complicadísimo.
La aplicación hace lo que quiere el programador con la apariencia que quiere el diseñador. Esto, hasta hoy, era bastante utópico.
2 comentarios en “Adobe Flash Catalyst, integración completa entre diseño y desarrollo de RIA’s”