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Peñíscola y el Castillo del Papa Luna

Hace ya algún tiempo propuse una visita de fin de semana a Alcoceber con escapada a Peñíscola incluida. Pues hoy os propongo lo contrario, fin de semana en Peñíscola con cena en Alcoceber, y es que íbamos buscando de nuevo el Restaurante Asador Guetaria que tanto nos había maravillado en aquella ocasión, pero estaba cerrado :(, una lástima. O no, así perdurará en nuestras memorias como algo digno de recordar :).

Peñíscola es, sencillamente, mágica, de día, de noche, al atardecer, al amanecer… da igual, tiene el encanto que solo algunos elegidos lugares consiguen tener sin pretenderlo.
Pasear por todo su conjunto histórico, por sus estrechas y empedradas calles protegidas por casas y edificios bajos completamente emblanquecidos de cal, subir hasta el castillo, sentarte en cualquier terraza, tomar algo en alguno de los múltiples bares que ocupan los bajos… es algo reparador para el espíritu.

El casco antiguo de Peñíscola se localiza en una pequeña península rocosa unida a tierra por un istmo, de manera que su situación geográfica facilitaba enormemente su defensa y la convierte en una ciudad en el mar. Desde lo alto del castillo se obtiene una panorámica perfecta del trozo de tierra que la une a la costa.

En lo alto del peñon se encuentra el castillo, dominando no sólo la tierra sino tambiñen el mar, el resto del pueblo se fue desarrollando adaptándose a la geografía rocosa, creando ese caprichoso entramado de calles que es Peñíscola en sí misma.

El pueblo se encuentra rodeado, así mismo, de murallas levantadas en distintas épocas, convirtíendola en lugar inexpugnable a la vez que de belleza inusitada ;).

No lo puedo negar, me encanta perderme por las callejuelas, subir, bajar, rodear las murallas… Lástima que cuando se acerca el calorcito se llena de gente de manera exagerada durante los fines de semana y pierde todo su encanto. Prefiero el otoño o la primavera en Peñíscola, creo que es cuando aparece su mejor imagen, hasta hay menos puestos de venta de recuerdos para turistas.

Castillo del Papa Luna

Qué os voy a contar del Castillo del Papa Luna que no os haya contado ya… Es sencillamente espectacular.

La historia está intimamente ligada al Papa Luna como ya os conté hace tiempo (por cierto con unas bonitas fotografías nocturnas :P). Benedicto XIII, el Papa Luna, es elegido papa en 1394, pero Francia no lo reconoce debido a que consideraban que no sería tan manejable como el anterior, además de ser súbdito del Reino de Aragón (había nacido en Zaragoza) y sería difícil que jurase lealtad a la monarquía francesa. Tras el Cisma de Occidente y en el Concilio de Constanza, Benedicto XIII es condenado como hereje y antipapa pese a sus creencias ya que él consideraba que era el único papa elegido cardenal antes del Cisma. Finalmente traslada su papado al Castillo de Peñíscola bajo la protección del rey de Aragón donde muere en 1423.

Tras la ocupación de la ciudad por parte de Jaime I en 1233 éste la cede a la Orden del Temple que edifica este castillo sobre los restos de una antigua alcazaba musulmana a imagen y semejanza de las fortalezas de Tierra Santa. Tras la desolución de la orden templaria en 1307 Jaime II la recupera para la corona de Aragón para cederla de nuevo en 1319 a la Orden de Montesa, y ésta al Papa Luna hasta su muerte, en que vuelve a la Orden y finaliza el periodo de máximo esplendor.

A partir de entonces el castillo pasó por todas las vicisitudes históricas de España incluyendo la Guerra de Sucesión y las Carlistas hasta que pierde su importancia militar.

Si los exteriores del castillo son monumentales, los interiores son apasionantes, descubriendo salones, cocinas, mazmorras, pasadizos, escaleras y todos los ingredientes necesarios para volver 600 años al pasado.

Para los que no lo sepáis, las escenas de El Cid de Charlton Heston de la batalla en la playa con la ciudad amurallada al fondo, son de Peñíscola, su playa, su castillo… ¡en 1961! Menuda presentación mundial de Peñíscola como destino turístico. Y es que Peñíscola es hoy en día el segundo destino turístico de la Comunidad Valenciana tras Benidorm y el Castillo del Papa Luna el monumento más visitado de España tras la Alhambra… o eso dicen al menos los estudios estadísticos.
Por si lo visto hasta ahora era poco, nos queda la terraza superior del castillo, con unas vistas espectaculares sobre todos los alrededores, tierra y mar… da igual a donde mires, todos los paisajes son brutalmente preciosos.

No sabíamos donde cenar y se nos ocurrió volver al Asador Guetaria de Alcoceber como ya os comenté, pero estaba cerrado, así que nos quedamos en otro al lado de aquél, Restaurante L’Illa, en el puerto deportivo también, y salimos encantados. Tabla de quesos de Cati (de la zona del Maestrazgo), entrecot a la brasa y magret de pato a la brasa. Los quesos, espectaculares, la carne, buena y en su punto. Otro buen descubrimiento, sin duda :).


De vuelta el domingo decidimos parar a comer en el restaurante del Hotel Voramar en Benicassim que tan buen recuerdo nos había dejado también en otra ocasión, una lástima, lo mejor de todo es la espectacular terraza que tienen en la playa. Si L’Illa fue la de cal, este fue la de arena.

Salimos completamente desencantados, ni la comida ni el servicio eran nada del otro mundo, la paella no estaba buena, los entrantes, un quiero y no puedo de cocina moderna… en fin, una lástima. Nuestro menú, huevos trufados, brocheta de langostinos, paella valenciana y, de postre, degustación de helados.



Siento decirlo pero es un sitio que no recomendaría a nadie, salimos muy decepcionados, esperábamos muchísimo más de un sitio con las recomendaciones que tiene este. Mucha cocina creativa, mucha presentación, pero el arroz infumable y los entrantes casi prescindibles… Eso sí, la terraza de la cafetería, espectacular, muy recomendable para tomar unas cañas y tapear.

Castillo de Onda

El Castillo de Onda se alza en lo alto de una pequeña colina en la villa del mismo nombre desde donde la domina y vigila.
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El origen del castillo es árabe y en el interior se puede encontrar la parte más antigua, en proceso de excavación, es la parte central que podemos ver en esta foto, una pequeña fortaleza dentro de otra. Creo que está cerrada al público debido a los trabajos de investigación, alk menos cuando fuimos nosotros así era.

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Onda fue conquistada en 1090 por El Cid, aunque volvería a ser árabe hasta la conquista definitiva en 1238 por, ¿lo adivináis?, Jaime I El Conquistador en su camino a Valencia cuyo último rey musulmán, Zayyan, era precisamente originario de Onda.

DSC_0540Traes caer en manos de la Orden del Temple, el castillo pasa a manos de la nueva Orden de Montesa creada en Valencia.DSC_0525Posteriormente el castillo pasó con cierta relevancia por todos los acontecimientos históricos de España, desde la ocupación francesa hasta las Guerras Carlistas. Finalmente, en 1938 es bombardeado durante la Guerra Civil quedando prácticamente destruido.

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La fortaleza, de origen puramente militar, tenía hasta cuatro líneas de defensa comenzando en la propia alcazaba original en el punto más alto y terminando en las murallas más exteriores que todavía pueden verse, torreones incluidos.

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El castillo se puede visitar completamente pero hay que estar atentos a los horarios. El paseo por el recinto es fantástico, es de esos donde llegas a sentir el peso de la historia en cada una de sus piedras y rincones. DSC_0521

La muralla de todo el perímetro del recinto es sencillamente espectacular y la muralla más externa, que se ve bien desde algunos lados del castillo, aún conserva algunas de las numerosas torres que llegó a tener, de hecho se le conoce también como el castillo de las 300 torres en palabras del cronista Muntaner: El castillo de la villa de Onda, que tiene tantas torres como días hay en el año.

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En el interior del castillo, en lo que antiguamente eran la iglesia y la escuela, se encuentra hoy en día un pequeño museo y el centro de recepción de visitantes.

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DSC_0510Después de visitar el castillo puedes dar una vuelta por el casco histórico de Onda, declarado en 1967 Conjunto Histórico-Artístico, descubrirás algunos rincones interesantes como la plaza mudéjar de L’Almodí, la iglesia de la Sangre, la Plaza de la Sinagoga o las Escaletes dels gats, rincón típico de Onda este último de camino hacia el Castillo.

Parque Natual del Desierto de Les Palmes

Otra de escapadas.  Este sábado nos acercamos a Benicassim a pasar el día. No había estado aún y la verdad, no me disgustó, esperaba algo tipo Benidorm, pero no es así. El tiempo era excelente y estuvimos dando un paseo por la playa tostándonos al sol y admirando las magníficas villas que adornan la primera línea de la costa, lo que le da un toque más del norte de España que de la costa mediterránea. Es una pena ver el estado de alguna de esas casas y una envidia (no sana 😛 ) lo que producen otras. Nos tomamos unas cañas en el Hotel-Restaurante Voramar, abierto desde 1930, debió ser de los pioneros en temas hoteleros. Nos llamó la atención el restaurante del hotel, al parecer recomendado en la Guía Michelín, con precios aceptables en general, pero teníamos otra idea para la comida. Eso sí, he de reconocer el gesto de nuestro camarero de la terraza. Habíamos pedido unos mejillones tigres para acompañar nuestras cañas y literalmente se olvidó de servirlos. Tras disculparse amablemente y preguntarnos si aún los queríamos, le dijimos que sí, que no se preocupase, y que de paso trajese otro par de cañas 😛 . A la hora de pagar no nos cobraron los mejillones, el camarero nos trajo la cuenta y literalmente nos dijo “a los mejillones invita la casa y disculpen el olvido“. Chapeau. Y es que esos detalles apenas se ven ya en los bares y restaurantes. Entre esto y la buena pinta del restaurante, volveremos para probarlo, sin duda. Mientras tanto, una buena propina para el camarero.

Para comer habíamos fichado al bajar hacia la playa un sitio que nos embriagó por el olor a carne a la parrilla que había en toda la calle, Les Barraques (Gran Avenida Jaime I, 217 – A, Benicassim. Tel: 964 300 248). No tengo fotos del momento, pero el entrecot y la brocheta de solomillo de cerdo, fantásticos, así como el postre, flan de queso y crema catalana caseros. Todo ello a muy buen precio. Sin duda será el típico sitio que se ponga hasta los topes en verano, además parece ser que los arroces tienen bastante fama.

Tras reposar un poco la comida tomamos dirección al Desierto de Les Palmes, una estrecha carretera donde los carteles avisan ya de “provisional” 😐 . El acceso está, eso sí, bien señalizado.

Ampliar

El Desierto de Les Palmes es una pequeña sierra paralela a la costa entre Benicassim y Castellón. La ruta que hicimos son apenas 15km. La denominación de desierto proviene del nombre que le daban los monjes Carmelitas a las zonas dedicadas a la meditación y contemplación, y esta es una de ellas, no es que sea un desierto tal y como lo entendemos. La ruta está plagada de signos que demuestran que ésta era una zona de retiro espiritual.

En el primer tramo de la ruta, y a medida que ascendemos, divisamos unos restos que nos llaman poderosamente la atención. Son las ruinas del antiguo monasterio de los Carmelitas, ahora hay uno nuevo algo más adelante.

Ruínas del antiguo monasterio de monjes Carmelitas

Tiene una pinta magnífica, lástima que no se pueda llegar, está completamente vallado y cerrado a cal y canto.

Ruínas del antiguo monasterio de monjes Carmelitas

Continuando por la ruta llegamos al Castillo Montornés, o mejor dicho, lo que queda de él. El cartel que marca el desvío indica “1000m“. Creo que alguien no maneja bien las distancias 😛 .

Castillo Montornés

La tarde era magnifica, así que, ni cortos ni perezosos nos animamos a llegar hasta la fortificación cruzando el camino que se ve en la foto de arriba. Tenía mejor pinta cuando comenzamos, pero está muy empedrado y hay zonas donde debes agarrarte para salvar algunos trozos del camino que, todo hay que decirlo, está perfectamente señalizado para llegar a… uno de los antiguos aljibes del antiguo castillo.

Castillo Montornés

Y es que aunque parezca absurdo no encontramos la manera de subir hasta la fortaleza propiamente dicha, nos quedamos en los aledaños ya que el camino “oficial” no llegaba a la cumbre y no vimos ninguno “extraoficial” que lo hiciese. Una pena, las vistas desde arriba deben ser magníficas. Nos conformamos con ver los restos de la torre un poco más cerca.

Castillo Montornés

De origen árabe (S.X), fue tomado inicialmente por El Cid en 1094 aunque sería, como no, Jaime I quien lo reconquistaría definitivamente en 1233.
Su situación de gran importancia estratégica para la defensa de la zona ya que dominaba un gran espacio marítimo.

Castillo Montornés

Lo que sí veremos perfectamente son los restos de la antigua muralla.Castillo Montornés

Castillo Montornés

Al final fue una horita de paseo entre ida y vuelta, no está mal después de la comilona.

A lo largo de toda la ruta puedes ver preciosas vistas donde las sinuosas montañas contrastan abiertamente con el Mediterráneo al fondo, los edificios de Benicassim y la Plana de Castellón. Los paisajes desde las alturas son magníficos.Desierto de Les Palmes

Desierto de Les Palmes

Desierto de Les PalmesDesierto de Les Palmes

La última parada de la ruta es la Ermita de la Magdalena, a los pies del Castell Vell, origen de la ciudad de Castellón. El domingo se celebraba la Romería de la Magdalena, fiestas patronales de Castellón, y ya tenían todo preparado para el gran día. No hay mucho más que decir. Lo que mejor pinta tiene son los restos del antiguo castillo, pero están completamente cerrados por restauración, con lo que nos quedamos con las ganas de verlo más de cerca.Ermita de la Magdalena

Nuestra ruta termina en Castellón, donde tomamos la carretera de vuelta a Valencia.

Es una bonita ruta para hacer una mañana o una tarde no muy calurosa como fue nuestro caso. A mitad de camino tienes un magnífico restaurante donde puedes hacer una parada perfecta para comer tras subir al castillo. No hagas como nosotros que llegamos a tomar algo sin un euro en el bolsillo y tuvimos que pagar dos cocacolas con tarjeta 😛 .

Fin de semana en Alcoceber, Peñíscola y el Castillo de Xivert

Hace unas semanas aprovechamos un fin de semana para acercarnos a Alcoceber (Alcossebre en valenciano), en la costa castellonense para, desde allí, hacer algunas excursioncitas. Había estado por esa zona allá por el año 2000 o 2001 y guardaba un grato recuerdo de ella, mucho menos saturada que la mayoría de la costa mediterránea, y no me defraudó.

Alcoceber es un encantador pueblo costero víctima del turismo como la mayoría de la costa, aunque en menor medida que los demás. Se aprecia el desarrollo urbanístico pero bastante comedido para lo que se suele ver por aquí.

La mañana del sábado la pasamos paseando por la costa y por el pueblo, hacía un día bastante insípido, nublado por momentos y soleado en otros, pero la playa estaba sencillamente preciosa con el mar un poco picado.

Alcoceber

Alcoceber

Alcoceber

Alcoceber

Al atardecer dedicimos acercarnos a cenar a la vecina localidad de Peñíscola (apenas 30km) pero la lluvia deslució nuestra velada. Me encanta este sitio (fuera de la temporada estival, claro). Estuve hace 4 ó 5 años visitando el castillo y me pareció fantástico en aquel momento. Esta vez no pudimos entrar ya que se había hecho muy tarde y estaba cerrado 🙁 , pero aprovechamos para pasear por el casco antiguo del pueblo, tomar unas cañas, y, como no, hacer algunas fotos de las dos bahías, ya que Peñíscola es casi una isla amurallada (bueno, una península 😛 ).

Peñíscola

Me encanta como me quedaron estas fotos de noche, con paciencia, y eso que estaba lloviendo y tenía que sujetar el paraguas 😛 . Fijáos en la apariencia de manto que tienen las aguas.

El casco antiguo se presenta imponente de noche, con sus estrechas, empedradas  y empinadas callejuelas, todas bien  iluminadas para realzar el conjunto amurallado.

Peñíscola

PeñíscolaPeñíscolaPeñíscola

El castillo se conoce como del Papa Luna por  Benedicto XIII, nombrado Papa en 1394 a la muerte de Clemente VII. Francia se opuso a su nombramiento pese a haber sido elegido por 20 de 21 votos ya que no podrían influenciar en él, además de que era súbdito de la Corona de Aragón, llegándose al Cisma de Occidente, donde llegó a haber tres Papas simultáneamente y que terminó con el Concilio de Constanza, dónde fueron depuestos los tres y elegido Martin V, que llegó incluso a intentar el envenenamiento del Papa Luna. Benedicto XIII siempre defendió su papado al ser nombrado cardenal antes del Cisma, pero finalmente las decisiones conciliares fueron superiores a sus ideas.

A su muerte se eligió en el mismo Castillo de Peñíscola a Clemente VIII, que terminaría abdicando por cuestiones políticas en favor de Martin V en San Mateu, cerquita de  Morella.

La historia del Papa Luna está repleta de hechos e historias milagrosas. Una de las más conocidas es la que asegura que con su manto y su báculo podía ir caminando sobre las aguas del Mediterráneo desde su castillo hasta Roma. ¿Teletransportación medieval? 😛

Peñíscola

PeñíscolaPeñíscola

PeñíscolaPeñíscola

La lluvia nos aguó la fiesta en Peñíscola, así que decidimos regresar a Alcoceber a la hora de cenar y acostarnos pronto para aprovechar la mañana del domingo (si el tiempo lo permitía).

De regreso a nuestro punto de partida buscamos dónde cenar y nos llamó la atención algo parecido a un asador vasco, en la zona de bares y restaurantes del puerto deportivo de Alcoceber, en la parte interior, el primero subiendo desde el sur. Lo siento, no recuerdo el nombre. Restaurante Asador Guetaria.

La cena fue increíble, en el segundo plato entenderéis porque. Ya sé que algunos echábais ya de menos fotos de comida en mis artículos 😛 .

Pedimos de primero revuelto de gulas con gambas. Para mi exquisito, mi acompañante no pudo disfrutar de este plato ya que no le gusta nada que lleve o huela a cebolla… más me toca 🙂 .

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Aquí viene lo verdaderamente importante de la cena. Con la emoción me olvidé de la foto de rigor, así que la tuve que hacer después de acabarlo, aún así creo que se aprecia perfectamente la magnitud del chuletón de buey que nos metimos entre pecho y espalda. Nada más y nada menos que 1,4kg de uno de los mejores chuletones que he comido en mi vida, bien servido en una bandeja que mantiene el calor, si no a mitad de chuletón estaría ya congelado. Y es que por mucho que presuma de que me encantan los pescados y los arroces, soy carnívoro por naturalez, aquí ha quedado demostrado.

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Después de semejante cena no pudimos más que acostarnos y dormir, aunque eso es un decir. Tremendo temporal que hizo ese día por la noche, parecía que el hotel iba a salir volando. Cual sería nuestra sorpresa, sin embargo, cuando al levantarnos el domingo nos topamos con un bonito día soleado, o lo más parecido a eso que se podía tener en aquellas condiciones.

El temporal había dejado la playa totalmente encharcada, las olas debieron de ser gigantestas, pero ahora el mar se presentaba antes nosotros en toda la brabura que puede dar el Mediterráneo.

Alcoceber

Alcoceber

Después de desayunar y dar un paseíto por la playa nos acercamos hacia otro de mis destinos pendientes (siempre digo lo mismo, ¿no?), el Castillo de Xivert.

Tomando la carretera nacional en dirección a Peñíscola y justo tras dejar a mano izquierda una gasolinera y a mano derecha el desvío a Alcalá de Xivert, se encuentra un pequeño y mal señalizado (y recalco lo de pequeño) desvío a mano derecha que conduce al castillo. Tras unos minutos de pista asfaltada donde comenzamos a divisar el edificio, habrá que tomar una pista de tierra a mano izquierda. Me habían avisado que la pista sería intransitable con un turismo, pero nada más lejos de la realidad, aún a pesar de la tormenta de la noche anterior, la pista estaba perfecta para el coche. Tras unos 7km de pista llegamos a una especie de merendero, ahí dejamos el coche y seguimos las indicaciones que, tras 100 ó 200m de sendero a pie por el bosque, nos deja a los pies del castillo.

Castillo de Xibert

Castillo de Xibert

En plena Sierra de Irta se alza monumental este castillo de origen árabe reconquistado por Jaime I en 1234 (tras tomar precisamente Peñíscola) y entregado a la Orden del Temple. Las dos gigantescas torres circulares unidas entre sí que le dan la majestuosidad que tiene, fueron obra de los Templarios. Dicen que es uno de los más bellos y completos de toda la Comunidad Valenciana. Doy fé, me pareció increíble, sin restaurar apenas se mantiene imponente. Ahora mismo están realizando tareas de restauración, lástima, por lo poco que he visto creo que no me va a gustar lo que van a hacer…

Castillo de Xibert

Castillo de XibertCastillo de XibertCastillo de XibertCastillo de XibertCastillo de Xibert

En los alrrededores del castillo se encuentra el antiguo poblado, bien señalizado por el sendero del bosque que os comentaba anteriormente. Al llegar verás una gran puerta de hierro, abre el cerrojo, no está cerrado con llave 😛 . Este espacio, rodeado también de murallas, fue el resultado de la ampliación que realizaron los árabes para albergar a la población y al ganado y protegerlos de las amenazas.

Castillo de Xibert

Castillo de XibertCastillo de XibertCastillo de XibertCastillo de Xibert

Supongo que los que me seguís os habreis dado ya cuenta de que soy un apasionado de los castillos, hay muchas referencias a ellas en mi blog. Pues bien, éste es alucinante por que NO está restaurado, al menos no todavía,  y se conserva fantásticamente para tener más de 1000 años, sí, has leído bien. Si os gustan los castillos y el contacto con la naturaleza, os lo recomiendo encarecidamente, podéis incluso subir hasta el castillo por la ruta de senderismo que lleva directamente a él.

Excursiones de fin de semana: Culla

Creo que ya todos os habéis dado cuenta que me gusta el interior de la provincia de Castellón. En contraste con el turismo de playa de su costa (Benicassim, Oropesa del Mar, Peñíscola…), dispone de una impresionante colección de pueblos en su interior montañoso.

Hoy nos vamos a Culla. Situada a unos 130km de Valencia, Culla es el típico pueblo medieval bien conservado y con mucho encanto. Para llegar a Culla hemos de pasar por varios pueblos de la geografía castellonense donde puedes hacer parada y no te arrepentirás. Nosotros hicimos dos paradas:

  • La Pobla Tornesa, para almorzar y comprar pan, ¡pan de verdad! Es una vieja costumbre que tengo, comprar pan cuando voy a los pueblos, es lo más auténtico que puedes encontrar y nada que ver con el que comes a diario en las ciudades :).
  • Benassal, con parada en el balneario Font d’En Segures donde puedes aprovechar para beber y llevarte algo de agua. Íbamos con unos conocidos de allí y nos llevaron a conocer la zona.

BenassalCullaBenassalFont d’En Segures, Benassal

Durante el camino tendrás casi siempre a la vista el Penyagolosa, el segundo techo montañoso más alto de la Comunidad Valenciana con 1813m y declarado Parque Natural por la Generalitat Valenciana en 2006.

Y llegamos a Culla, declarado conjunto histórico artístico y con su casco antiguo rehabilitado, pertenece, al igual que Morella, a la zona conocida como El Maestrazgo.

CullaReloj de sol en CullaCullaCullaCullaCullaCulla

Enclavada en la base de un antiguo castillo árabe, Culla pasa a dominación cristina en 1233. Las ruinas actuales del Castillo son fruto de las Guerras Carlistas. Culla conserva restos de murallas, torreones y palacetes. Puedes apreciar bastantes escudos heráldicos a lo largo de las calles del pueblo.
Desde lo alto del castillo tendrás unas impresionantes vistas de la zona.

Vistas desde CullaVistas desde CullaCullaVistas desde Culla

Continuando por la carretera de Culla a Torre Embesora nos encontramos con La Carrasca de Culla, considerada la encina más grande de España y Europa y declarada Árbol Monumental de la Comunidad Valenciana. Creedme que impresiona. La tradición popular dice que bajo su copa se pueden sentar mil personas.

Carrasca de CullaCarrasca de Culla

Justo al lado del árbol nos encontramos con el Restaurante La Carrasca, donde haremos parada para comer. Posiblemente todo estará impresionante, pero nosotros íbamos directos y con las mandíbulas babeando a por una gran torrà de chuletas de cordero y embutidos acompañados de ajoaceite. No hay fotos del momento, no tengo costumbre de fotografiar los platos, prefiero dejar esos menesteres a los chicos de Cucharete, pero os puedo decir que nadie salió defraudado. La gastronomía de Culla, al igual que toda la zona, se basa en carnes a la brasa y embutidos.

Para finalizar la ruta siempre puedes terminar después de comer con un paseo por Morella.

Excursiones de fin de semana: Morella y Sant Mateu

Tenía una deuda pendiente con Morella. Llevaba mucho tiempo con ganas de ir y al final lo hemos conseguido.

Morella está situada al norte de la provincia de Castellón, a la altura de Vinaroz pero al interior, casi ya en Teruel, en plena zona del Maestrazgo en la comarca de Les Ports. Fue declarada conjunto Histórico-Artístico en 1963 y actualmente trabaja para su reconocimiento por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Fijáos en la impresionante panorámica que te recibe nada mas llegar a Morella. Se puede apreciar la muralla medieval que rodea la ciudad coronada con el castillo.

Vista panorámica de Morella

Morella es de esos lugares en los que te sientes transportado a épocas pasadas. Cabe decir que esta ciudad ha sufrido todas las invasiones y guerras habidas y por haber: celtas, griegos, romanos, bereberes, reconquista, Guerra de Sucesión, independencia contra las tropas napoleónicas, guerras Carlistas… No se ha librado de nada. Imaginaos la historia que encierran sus rincones.

Acueducto medieval de MorellaPortal de Sant Miquel, MorellaVista rasera del castillo desde el exterior de la murallaPortal de Sant Miquel desde el interior, MorellaPintorescas calles de MorellaBasílica de Santa Maria la Mayor, MorellaCuadro pintoresco de Morella con cruceroConvento de San Francisco, MorellaClaustro del Convento de San Francisco, Morella

Si a algo le he de poner pegas es al acceso al Convento de San Francisco y al Castillo. Se realiza desde el propio Convento, pero apenas hay un pequeño cartel colgado de un caballete de pintor en la puerta. Si no es porque vimos salir gente, no nos hubiésemos acercado. Por 2€ tienes acceso a los dos edificios. Eso sí, prepárate para caminar y caminar, la subida al castillo, pronunciada y más larga de lo que parece, se hace pesada. El paseo completo llevará alrededor de 45 minutos y cuando ya crees que estás cerca de la Plaza de Armas te encuentras con un largo camino de escaleras que te hace llegar derrotado.

Vista del Castillo de Morella desde el Claustro del Convento de San FranciascoCañon en el interior del Castillo de MorellaAcceso a la Plaza de Armas del Castillo de MorellaPlaza de Armas del Castillo de MorellaMorella desde el Castillo con la Porta de Sant Miquel y las murallas al fondoPrisión del Castillo de MorellaRuínas de las salas del Convento de San Francisco desde la subida al Castillo de MorellaCamino de subida al Castillo de MorellaVista del Castillo de Morella desde el Claustro del Convento de San Franciasco

Del castillo cabe decir que fue construido aprovechando la propia montaña, con varias dependencias excavadas en la propia roca de la montaña, una de ellas los calabozos.


Entrada al Monasterio de San Francisco y Castillo de MorellaCalle pintoresca de MorellaCalle pintoresca de Morella

Sant Mateu

Aprovechando el viaje de vuelta y por consejo de Álvaro, alias Rachandras, hicimos una parada en Sant Mateu, declarado Monumento Nacional. La verdad, he de decirlo, esperábamos más, y, si tienes en cuenta que bajábamos de Morella, te parece menos aún de lo que en realidad es. Aún así, es un buen lugar para hacer una parada en el camino.

Murallas de Sant MateuCalabozos, Presión del DemonioFont de la Mare de Deu, Sant Mateu

Lo mejor, sin duda, las murallas medievales que caen hacia el lado del río y fueron restauradas en 1996.

Y eso es todo por hoy, de vuelta a casa a descansar un poco que al día siguiente tocaba trabajar.