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A los Pirineos y II

Tras el primer capítulo, continuamos con mis vacaciones en Pirineos. En este capítulo veremos los puntos E, F y G.

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E – Taüll, joya del Románico

La ruta comienza en Taüll, mundialmente conocida por la iglesia románica de Sant Climent. Se encuentra situada en el Valle de Boí, donde la Unesco declaró en 2000 Patrimonio de la Humanidad el total del conjunto románico de la zona.

Iglesia románica de Taull

Iglesia románica de TaullIglesia románica de TaullIglesia románica de Taull

A diferencia de la mayoría de sitios donde estuvimos estos días, en Taüll había muchísima gente, incluso autobuses de excursiones.

La torre del campanario de la iglesia es completamente accesible y, si tu vértigo te lo permite, puedes subir los cinco pisos hasta arriba de todo a través de unas empinadas pero sencillas escaleras. Las vistas desde la parte superior son sencillamente maravillosas, pero además puedes aprovechar para usar la campana de ¿sombrero?.

Campanario de la Iglesia de Taull

F – Benasque

Tras dejar Taüll nos dirigimos hacia el Valle de Ordesa, parando para comer en Benasque, ya en el pirineo aragonés, donde se encuentra el Parque Natural de Posets-Maladeta y el Aneto, techo de los Pirineos.

Benasque es un encantador pueblo que ha pasado de vivir de la ganadería y agricultura a vivir casi exclusivamente del turismo de montaña, no en vano un poco más arriba se encuentra la estación de Cerler.

La diferencia con Vielha es enorme, cambiamos un turismo familiar, relajado y por qué no, pijo, por algo mucho más de aventura, joven y activo. El ambiente, sin duda, mucho más de nuestro gusto y mucho más animado.

 BenasqueBenasqueBenasqueBenasque

En general y tal y como comentaba mi acompañante, el pirineo aragonés es mucho más acogedor y agradable que el catalán. Lo siento, es la realidad y la sensación que se te queda.

Como se hacía la hora de comer dimos de casualidad con un sitio que rápidamente nos llamó la atención a los dos y que resultó ser encantador, Asador Ixarso (c/San Pedro 8). Está un poco escondido pero vale la pena.

Asador Ixarso, BenasqueAsador Ixarso, Benasque

Tomamos ensalada de la casa, cecina de vaca con queso de cabra y chuletón de 560gr de carne de ternera. De postre, tarta de queso casera.

Chuleton de 560gr, Benasque, Asador Ixarso

Comida en Benasque, Asador IxarsoCecina de vaca con queso de cabra, Benasque, Asador IxarsoTarta de queso, Benasque, Asador Ixarso

La comida toda perfecta, pero lo mejor de todo es el sitio en sí. Un restaurante donde sólo hay 8 mesas (más alguna en la terraza) tiene que ser especial. El servicio (la encargada y un chico) están pendientes permanentemente de tu mesa, si te falta algo, si has terminado el plato, etc. El ambiente se hace muy familiar.

Las carnes las cocinan delante de ti, tal como puedes ver en las fotos del local, el asador está en pleno comedor, no se esconde nada.

G – Monte Perdido

Continuamos el viaje desde Benasque hacia Bielsa, en Ordesa. El primer tramo de carretera es simplemente impresionante. La carretera baja paralela al río a través de unos pronunciados cañones que convierten la vista en algo espectacular. Lástima que no haya ni un sólo sitio donde poder parar a apreciarlos porque vale realmente la pena, pero la carretera es estrecha, con tramos muy estrechos.

En el tramo de subida ya hacia Bielsa hay una zona similar conocida como el Desfiladero de las Devotas. Aquí sí que podemos parar y hacer algunas fotos. No es tan impresionante como el anterior pero aún así vale la pena.

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Finalmente llegamos a Bielsa y seguimos dirección al Parador Nacional de Monte Perdido, nuestro destino. Ahora casi sobran las palabras, las fotos hablan por sí mismas.

Pirineos-Monte Perdido es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1997. La cumbre más alta da nombre al parque con 3.352m.

Desde el Parador tenemos unas vistas preciosas del pico y, sobre todo, de la Cola de Caballo, la impresionante cascada que, serpenteante, recorre nuestra vista.

Monte Perdido

Monte PerdidoMonte PerdidoMonte Perdido

Monte Perdido es una cumbre muy popular entre los aficionados al montañismo ya que es un tres mil relativamente asequible. Mi acompañante era montañera hasta que una lesión la apartó de las cumbres y no dejó pasar la oportunidad de contarme batallitas de sus ascensiones a esta montaña. La verdad es que te hacen la boca agua.

 Cola de Caballo, Monte Perdido

El Parador Nacional está enclavado en un lugar privilegiado, con unas vistas simplemente alucinantes y justo enfrente de la Cola de Caballo. Sin duda invita al relax y al descanso como muy pocos sitios.

Vale la pena tomarse algo en la terraza de la cafetería del Parador, en la primera planta y con vistas directas al Monte Perdido.

Parador Nacional del Monte Perdido

Monte PerdidoMonte PerdidoMonte Perdido

H – Regreso por Francia

Para regresar a Vielha, nuestro punto de partida, decidimos hacerlo por Francia puesto que es más directo. El camino más rápido, por Bagnères-de-Luchon, lo descartamos después de preguntar en el Parador donde amablemente nos dieron un mapa con las indicaciones. La chica nos explicó que si bien el camino es más corto hay que subir dos puertos de montaña, con lo cual, siendo además de noche, no vale la pena.

Tras sufrir para cruzar el tunel que separa Bielsa de Francia, aprovechamos para hacer unas fotos de los Pirineos franceses en un bonito momento de nubes.

Pirineos desde FranciaPirineos desde FranciaPirineos desde Francia

La idea era parar en algún pueblecito de Francia a tomar un croisant :P, pero nos salió el tiro por la culata. Siendo no más de las diez de la noche todos los pueblos parecían desértico, sin gente ni coches por las calles. Por supuesto ningún bar abierto. No nos quedó mas remedio que continuar hasta Vielha y cenar algo en nuestro bar de tapas favorito.

Así terminó nuestro viaje a Pirineos. Al día siguiente, regreso a Valencia. Pero este no será el último viaje, aún quedan algunos días de vacaciones. Seguiremos informando.

A los Pirineos I

Después de un verano bastante movido y de tostarme bastante bajo el sol en la playa, decidí pasar unos días en um ambiente más fresquito y tranquilo, así que puse rumbo a los Pirineos, concretamente al Val d’Arán. En el siguiente mapa muestro la ruta que nos hicimos así como los puntos importantes de la misma.

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Dividiré el viaje en dos artículos para no hacerlo muy extenso y pesado. En esta primera parte trateramos del Val d’Arán puro y duro y en el siguiente hablaré de las rutas fuera del valle. Cada punto de interés que aparece en el mapa irá reflejado por su letra en el artículo para que el lector sepa en todo momento qué está viendo y donde se localiza.

A – Vielha

 Vielha

Llegamos a Vielha después de parar a comer en un restaurante de carretera a pocos kilómetros. En general los restaurantes de la zona tienen menú del día por 18€ con un variado de la carta,  muchos primeros y muchos segundos, con lo que vale la pena pedirlo, no se limitan a  tres primeros y tres segundos, estamos hablando de, al menos, una docena de cada uno. En este caso pedimos tostada de escalibada los dos, parrillada de carnes a la brasa para mi acompañante y chuletas de cordero para mi y tarta de queso casera de postre. Bien en todos los aspectos, tanto la comida como el servicio y el trato, el postre excelente.

Tostada de escalibadaParrillada de carnes a la brasaChuetas de cordero a a brasaTarta de queso

Nos hospedamos en el Hotel Husa Eth Pomer, relación calidad / precio más que correcta y con un desayuno buffet mucho mejor que en otros hoteles de más estrellas. La foto que encabeza el artículo es la vista que teníamos desde la habitación, una bonita panorámica de Vielha rodeada de montañas.

Vielha de noche

VielhaVielha

De Vielha no hay mucho más que decir. Es la capital del Val d’Arán. Muchísima gente, mucha más de la que uno se espera en pleno agosto, pero apenas hay movimiento a partir de las diez de la noche, estás prácticamente solo por la calle, hay poquísima gente cenando, y estamos hablando de un fin de semana como el del puente del 15 de agosto. Ese es el aspecto que más me ha defraudado de Vielha, algo más de ambiente para cenar y tomarte una copa. A las siete de la tarde el pueblo se llena de gente paseando y dando una vuelta, pero es sólo una ilusión, tres horas después estás tu solo.

Cenamos en un italiano cerca del hotel del cual no recuerdo el nombre, pero la impresión fue buena y la comida mejor. Ensalada de queso de cabra, pasta con salsa de quesos uno y reducción de Pedro Ximénez el otro y tarta de chocolate de postre. Los nombres exactos de los platos, como os imagináis, no los recuerdo, pero realmente estaba buena la comida.

Ensalada de queso de cabraimg_3314.JPGimg_3315.JPGimg_3316.JPG

Y con esto nos vamos a dormir con las ganas de habernos tomado una copa tranquilamente en una terracita, pero ya no es que no hubiese gente, es que no había ninguna donde hacerlo.

B- Val de Toran y Sant Joan de Toran

Después de la tradicional visita a la oficina de turismo de Vielha, salimos con una lista de rutas que se pueden hacer en coche amén de otro folleto con rutas de senderismo. Comenzamos con las rutas en coche sin tener claro hasta donde pordíamos llegar con él, pero caminar un poco tampoco hace daño a nadie.

La primera ruta nos llevaba al norte, al Val de Torán. Pueblos típicos y llenos de encanto cerca de la frontera francesa. Íbamos acompañando las descripciones de la ruta en coche con el librillo de las de senderismo ya que en ésta venían mejor explicadas. En el libro vienen fotos de los lugares a visitar y claro, lo primero que piensas al ver una foto como la de abajo es “esto no lo vemos ni de coña, solo viene en el libro”, ya me había ocurrido en otras ocasiones. Pero no, esta vez no, ahí está la cascada al lado mismo de la carretera, sin desviarte ni un sólo kilómetro y te deja con la boca abierta.

Cascada en el Val de Toran

Val de ToranVal de Toran

En esta cascada tocas el agua, estás casi dentro de ella. Continuando por la carretera (ésta aún era carretera) llegamos a Sant Joan de Torán, un típico pueblecito con muchísimo encanto. De aquí parten las rutas de senderismo señalizadas. El pueblo invita a la meditación y el descanso y a tomarte algo tranquilamente en el bar/restaurante que hay.

Sant Joan de ToranSant Joan de Toran

Para comer optamos por el Hotel Restaurante Peña, en la carretera desde Bossot a Viellha y siguiendo el mismo menú de 18 euros donde entre primeros y segundos se puede escoger prácticamente toda la carta. Tomamos trucha a la espalda y olla aranesa de primero y churrasco al grill y ternasco al horno de segundo. Para los postres optamos por crema catalana y flan casero. El menú y la comida bien en general, como casi todos los restaurantes de la zona, sin embargo el trato y el servicio dejan mucho que desear. Mucho, mushísimo tiempo esperando a que te atiendan. Más aun esperando a que te tomen nota y todavía más a que te sirvan la comida. Nula organización del servicio, totas las camareras pendientes de todas las mesas, con lo cual se pisaban entre ellas. La conversación de las mesas que nos rodeaban era indignación ante el tiempo de espera hasta para que les trajesen la cuenta. Creo que el comedor es demasiado grande para lo que pueden atender e incluso me atrevería a decir que la cocina no está preparada para atender a tantos comensales. Todo esto teniendo en cuenta que no estaba lleno, habría 3/4 de ocupación, no quiero imaginármelo lleno.

Trucha a la espaldaOlla aranesa
Churrasco al grillTernasco
FlanCrema catalana

 

Vuelvo a insistir que la comida está muy bien, el problema es sólo el servicio, deberían tenerlo en cuenta. Bonito el detalle de la dueña, una señora mayor, que se extrañó de que apenas hubiésemos comido olla (enorme por cierto) y estuvo un rato charlando con nosotros.

C – Sauth deth Pish

Después de comer y tras discutir si debíamos o no hacer esta ruta, nos aventuramos. El problema es que el camino está etiquetado como pista forestal asfaltada y se toma en el mismo cruce del restaurante donde comimos. Como os podéis imaginar la pinta no era precisamente adecuada, pero aún así dedicimos aventurarnos ya que las imágenes del libro invitaban a hacerlo. Desde Pont d’Arrós nos esperan 12km de esta pista. La cosa comienza bien y vamos paralelos al río pero cuando comenzamos a ascender la cosa se complica. La falta de quitamiedos, la estrechez de la carretera y que nos toca ir por el exterior de la misma comienzan a juntarse con el vertigo y nos vemos obligados a parar para respirar tranquilos, mi acompañante se ha puesto de los nervios, no me extraña, hay puntos de la carretera que acojonan. Eso sí, las vistas cuanto más subes son más espectaculares.

Finalmente se termina la pista forestal y tras un par de minutos caminando llegamos a este impresionante salto de agua de 30m de altura, sobran las palabras.

Sauth deth Pish

Sauth deth PishSauth deth PishSauth deth Pish

La zona en sí es de una belleza inusitada ( 😉 ), realmente vale la pena el viaje puesto que el paisaje es espectacular. Además de la cascada hay un lago y un río, todo ello rodeado de montañas.

Sauth deth Pish

Sauth deth PishSauth deth PishSauth deth Pish

Y al fondo podemos ver aún las pocas nieves perpetuas que quedan en Pirineos, el Aneto, el techo de la cordillera.

Sauth deth Pish, vistas del Aneto

Sauth deth Pish, vistas del AnetoSauth deth Pish, vistas del AnetoSauth deth Pish

La bajada es bastante más sencilla que la subida, vamos por el interior  de la carretera, pegados a la montaña, y así todo es más llevadero. Ha valido la pena el sufrimiento, sin duda.

D – Atardecer en Baqueira – Beret

Como último punto en nuestra ruta nos acercamos a estas conocidas pistas de esquí. Después de la pista forestal que acababamos de descender, esta carretera era poco menos que una autopista 🙂 . Desde arriba del todo del puerto, en plenas pistas, vuelves a tener unas vistas espectaculares de Pirineos.

Atardecer en Baqueira

Atardecer en BaqueiraAtardecer en BaqueiraAtardecer en Baqueira

De vuelta a Vielha y tras comprobar que Baqueira está incluso más desértico, paramos a cenar en Artíes, algo más animado, gente joven y buen ambiente. Cenamos en un bar a base de pinchos y tapas con muy buen rollo y al volver a nuestro puneto de partida, como aún teníamos algo de hambre, paramos en el bar que más nos gustó del centro de Vielha, un bar de tapas del que no recuerdo el nombre, pasado el aparcamiento a mano derecha, al lado de Fonda D’En Pep, en la Av. Pas d’Arró, 52. Tapas distintas y cocinadas al momento delante de ti con muy buena materia prima. De destacar las sugerencias del día. Si alguien sabe como se llama este local, por favor, me gustaría nombrarlo.

Artíes

Ruta Románica

Si algo llama la atención en todo el valle es la gran cantidad de iglesias románicas con sus altos campanarios. Todos los núcleos, por pequeños que sean, tienen, al menos, un templo de este estilo. Incluso hay una Ruta del Románico bien definida, pero vamos, que no hace falta seguirla para toparte con las iglesias a cada paso. Esto no sólo es aplicable al Val d’Arán, sino que, como veréis en la segunda parte del viaje, los valles de al lado también tienen las suyas, comenzando con la Iglesia de San Clemente en Taüll, máximo exponente del románico y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Iglesia de Sant Clement de Taull

Iglesia de Sant Miquèu de VielhaIglesia de l’Assumpció de María de BossotIglesia de l’Assumpció de María de BossotIglesia de LesIglesia en Vielhaiglesia romanica

En el próximo capítulo del viaje nos desplazaremos a Taüll y a Ordesa donde tendremos una perspectiva completamente distinta de los Pirineos.