A 250km de Valencia en dirección Madrid y desviándose apenas unos 5km de la autovía A3 (perfectamente señalizado), se encuentra la Ciudad Romana de Segóbriga, una gran desconocida. Reconozco que he pasado decenas de veces por delante del letrero y nunca se me había ocurrido parar… hasta hoy.
La verdad es que nos quedamos bastante impresionados ya que, entre otras cosas, tenía teatro, anfieatro (bien conservados) y circo (apenas los restos), lo que da una idea de lo que un día fue la ciudad. Un destino poco conocido dentro de la España Romana, quizás por eso es una sorpresa.
Es una de las ciudades romanas (entendida como el conjunto) mejor conservadas y el conjunto arqueológico más importante de la meseta. A partir del s.I se convirtió en un importante núcleo agrario y minero además de centro de comunicaciones. La conquista islámica supuso su declive, pero, por suerte, han llegado hasta nosotros las huellas de lo que llegó a ser.
Teatro
El teatro, al igual que el anfiteatro, conserva el graderío y mantiene todavia la estructura original del 79d.c., cuando se construyó. Cabe señalar que, por aquel entonces, Segóbriga tenía nada más y nada menos que 5.500 habitantes.
Termas
Circo
Esa forma oval que se observa en el centro de la foto era el impresionante circo. Lo reconozco, me habría gustado vivir aquella época sólo por ver una apasionante carrera de cuadrigas, quizás ya hubiese un Fernando Alonso en la antigua Roma 😛 .
Anfiteatro
Finalmente el precursor de nuestras plazas de toros. Con capacidad para 5.500 espectadores, flanqueaba junto al teatro la entrada a la ciudad y, como casi siempre, se construyó aprovechando una ladera natural del cerro. Increíble su acústica.
Hospedería Casas de Lujan
Lo siento, tengo el vicio de comer todos los días 😛 . Al llegar a Segóbriga era ya la hora de comer, así que nos dejamos guiar por un folleto que cojimos en la propia Ciudad Romana. A unos 8km de ésta llegamos a la Hospedería Casas de Luján, un gran descubrimiento que nos dejó con la boca abierta.
Enclavada en un maravilloso entorno rural se encuentra esta gran casa de labranza del s.XVII completamente rehabilitada y convertida en hotel, restaurante y salones de celebraciones. Pero Casas de Luján no es solo la casa, es todo el entorno, completamente integrado, parece que te encuentres en un museo etnográfico y no en un establecimiento de hostelería. El río y los animales (pavos, gallinas, gallos, un burro…) no hacen sino reforzar la imagen encantadora que tiene el lugar.
El interior es más de lo mismo, ambiente tradicional y rural, bien conservado y decorado con el gusto preciso para no caer en la soez. Esto es la carta del restaurante, muy original.
Pero bueno, ya esta bien, vamos a lo importante ¿no?. Muy bonito, sí, pero ¿qué hay de la comida? Fantástica.
Migas de bacalao con gambas y piñones y Collage de foie de pato y oca con configura de naranja y frambuesa.
Chuletón de Ávila y Pierna de cordero lechal deshuesada.
Tarta de tiramisú y Tarta de queso de cabra y membrillo.
Todo ello regado con una botella de la zona, Estola Reserva del ’98 D.O. La Mancha.
Nosotros salimos encantados y queremos volver un fin de semana para conocer más la zona (Belmonte, Lagunas de Ruidera, La Alcarria, El Toboso…)