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Lanzarote en invierno

La úlima nochevieja la pasamos en Lanzarote, ya sé que llego con un poco de retraso en pleno verano, pero es lo que hay :P. Un plan espectacular, pasar de los 7 grados de temperatura de Galicia y Madrid y de la ropa de invierno, a los 22 de la isla, pantalones cortos y chanclas. Estuvimos una semanita, del miércoles 30 de diciembre al martes 5 de enero, tiempo más que suficiente para recorrer la isla, descansar, desestresarnos y disfrutar de la gastronomía local.

En nuestro caso volamos con Ryanair, salimos de Barajas a las 6:30 de la madrugada, es lo que tienen los vuelos de bajo coste. Al llegar nos estaba esperando el coche de alquiler que previamente habíamos reservado. La mejor opción son las compañías locales como Cabrera Medina, Faycan ó Autoreisin, mucho más baratas que las multinacionales. A nosotros nos salió por unos 180 euros la semana completa. Acabamos reservando en GoldCar ya que cuando quisimos hacerlo en las otras, con casi un mes de antelación, ya no ofrecían disponibilidad, pero eran más baratas. Un detalle a tener en cuenta es el tiempo de alquiler. En nuestro caso eran seis días ya que nos íbamos el día cinco a las 10 de la mañana, pero salía muchísimo más barato alquilando la semana completa, lo devolvimos un día antes, pero pagamos menos que reservando los días que nos interesaba. Otro detalle interesante, no sé si será común a todas las compañías, es que nos dieron el depósito lleno y nos cobraron ese depósito, es decir, había que devolverlo vacío, no lleno como suele ser habitual. De esta manera, y teniendo en cuenta que es una isla y además pequeña, la mayoría de coches los deben devolver con medio depósito, con lo que se convierte en parte del negocio.

Nos alojamos en los Apartamentos Natura Garden (A en el mapa de abajo), en Playa Blanca, en el extremo sudoeste de la isla, una zona muy tranquila. Los apartamentos son perfectos, coquetos y con todo lo necesario. Pertenecen al hotel que tienen justo al lado con lo que se pueden utilizar los servicios comunes del mismo. A nosotros nos resultaron cómodos y agradables.

La temperatura era ideal, ni frío ni calor, pero no nos equivoquemos, es invierno y, quieras que no, la temperatura no es muy de bañarse, si acaso a mediodía cuando más aprieta el sol. Además hay que tener en cuenta el viento que sopla casi constantemente, no llega a ser incómodo ni mucho menos, pero en esta época del año, obviamente, no es un viento cálido.

La isla está plagada de extranjeros, alemanes e ingleses en su mayoría, sin embargo me parecieron mucho más familiares y tranquilos que los de otras zonas de la costa mediterránea. Eso sí, pese a ser mayoría apabullante en la isla sobre los turistas nacionales, en cuanto empezabas a hacer visitas culturales ¡éramos más los españoles!

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A) Playa Blanca

Tras recoger el coche en el aeropuerto nos dirigimos directos a nuestro apartamento para descansar un poco del madrugón y, a continuación, pasar por un supermercado para tener provisiones 😛 y darnos una vuelta por Playa Blanca.

Al día siguiente era nochevieja. En el hotel al que pertenecían los apartamentos habíacena de gala :P, pero como comprenderéis, lo último que nos apetecía era pasarla rodeados de ingleses y alemanes desde las 7 de la tarde que comenzaba el cotarro. Además, como había pasado primero la Navidad en Galicia, me permití el lujo de llevarme un surtido de productos de la tierra ;).

Playa Blanca es el típico pueblo pesquero venido a centro turístico, lleno de bares y restaurantes pero, sobre todo, de guiris :P. Tampoco hay mucho más que decir. Es una zona muy tranquila, nosotros nos sentimos muy a gusto, aunque también he de decir que solemos huir de las zonas de bullicio.

Si estáis muchos días quizás os apetezca acercaros a Fuerteventura. Los ferrys salen desde el muelle de Playa Blanca y tardan poco en llegar, de hecho se ve perfectamente la isla desde el paseo marítimo.

Un poco de historia

Aunque la isla ya era conocida por los romanos, es en el s.XV cuando se redescubre y comienza su verdadero desarrollo gracias sobre todo a la agricultura. Sin embargo toda esta economía se viene abajo cuando en el s.XVIII el Timanfaya entra en erupción cubriendo de lava un cuarto de la isla borrando así de un plumazo las fértiles tierras del sudoeste de la isla. Lanzarote tuvo entonces que reinventarse así misma y lo consigue gracias a nuevos cultivos llegados de América (patata, tomate, o la cochinilla, utilizada para la fabricación de tintes). En esta época comienzan también el cultivo de la vid gracias a un ingenioso sistema desarrollado por los campesinos locales que les permite aprovechar la humedad ambiental para plantar viñas en zonas volcánicas. Hoy en día tienen su propia denominación de origen y el vino se La Geria se ha convertido en parte importante de la economía de la isla.

Pero no es por la agricultura ni por la pesca de bajura por la que conocemos hoy en día a Lanzarote. Desde finales de los años 60 el desarrollo turístico ha convertido a Lanzarote, junto a las demás Islas Canarias, en centro turístico de Europa, recibiendo 2 millones de turistas al año. A todo ello contribuyó activamente César Manrique, verdadero impulsor del desarrollo, protección y conservación de los parajes naturales que oculta Lanzarote. Nacido en la isla, se instala definitivamente de nuevo en ella en 1966 tras vivir en Nueva York y comienza la verdadera revolución cuando aún el sector turístico estaba en pañales en nuestro país. Su objetivo de mezclar el buen clima y las playas con el medio ambiente, la riqueza cultural de la isla y el carácter de la población isleña llevaron a Lanzarote a ser considerada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1993, esa sostenibilidad tan de moda ahora mismo. Todo gracias a él, el verdadero héroe de lo que hoy es Lanzarote. Los Jameos del Agua, la Cueva de los Verdes, el Mirador del Río, el Timanfaya… todo es obra suya.

Todos los puntos principales requieren pagar entrada, pero existen dos bonos de 4 y 6 puntos en función de las visitas que planees realizar. Aquí puedes consultar las tarifas. Ojo a una cosa, sólo el bono de 6 incluye el Mirador del Río, y, como veréis más adelante, es imprescindible su visita. Tenedlo en cuenta a la hora de planificar vuestro viaje.

Otro detalle importante. Si lo que buscas son playas para tirarte a la bartola, Lanzarote puede no ser tu isla, no es Fuerteventura o Gran Canaria, las playas no son espectaculares. Las Playas de Papagayo, son con mucho, las mejores.

Vamos con nuestra ruta turística por la isla.

B) Jameos del Agua

Nos encontramos en la zona más oriental de la isla.

Se sitúan en el extremo más cercano al mar de un túnel volcánico que continua hasta la Cueva de los Verdes y la Montaña del Volcán de la Corona, si bien distintos desprendimientos hacen que los jameos y la Cueva no estén unidos hoy en día. En los Jameos se ha aprovechado la parte más cercana al mar para crear un bonito paraje formado por tres jameos. El primero, por el que se accede, ha sido convertido en bar-restaurante y organizan cenas nocturnas que deben ser realmente agradables ya que el ambiente que se respira lo es.

Para llegar al segundo jameo, el Grande, debemos cruzar un pasadizo de unos 100m de largo con un lago de aguas cristalinas y en el que habita un cangrejo albino y ciego cuyo origen se desconoce y que solo existe aquí, el jameito. Es el lugar más emblemático de Los Jameos y se encuentra completamente mimetizado con el entorno y sin apenas intervención. La parte superior de la bóveda volcánica presenta un agujero por el que en los días soleados se proyecta un haz de luz que le da al lago una apariencia realmente preciosa.

El Jameo Grande es un exuberante y exótico jardín con una gran piscina blanca de aguas turquesa que se integra perfectamente en el entorno, aunque no lo parezca, y dan unas ganas terribles de bañarse :P.

El tercer jameo, el de la Cazuela, acoge un auditorio con aforo para unas 600 personas. Se realizó para aprovechar la excepcional acústica del interior de los túneles volcánicos.

En los alrededores del Jameo Grande puede visitarse el centro de interpretación donde se pueden aprender algunas cosas sobre la historia de la isla y la vulcanología. Se podría haber aprovechado bastante más este espacio, las fotos tienen más de veinte años y eso se refleja en el aspecto vetusto y descuidado del centro, no estaría de más modernizarlo un poco.

B) Cueva de los Verdes

Es el tramo anterior del mismo túnel volcánico que termina en los Jameos del Agua. Su formación data de hace cincomil años, cuando un río de lava se solidifica en su superficie por el efecto del aire pero sigue discurriendo la corriente por el interior hasta que se vacía completamente quedando el túnel que conocemos. Posteriormente la entrada de gases provenientes de la llegada de la lava al mar hacen que al comprimirse salten partes de ese techo solidificado formándose los jameos anteriormente vistos.

El nombre de esta cueva viene de la familia Verdes, antiguos propietarios de las tierras en las que se encuentra y era utilizada antiguamente como refugio para los habitantes de la isla para protegerse de los ataques de piratas berberiscos.

La zona visitable tiene una longitud de unos 2km y dura una hora aproximadamente. No se puede decir que sea una cueva espectacular, pero es interesante sobre todo por el hecho de ser volcánica.

Hacia el final del túnel hay un pequeño auditorio en el que se hacen conciertos aprovechando, de nuevo, la buena acústica del interior.

C) Mirador del Río

Continuando hacia el norte desde la Cueva de los Verdes nos encontramos con esta espectacular vista. Posiblemente la mejor postal de Lanzarote. Con la luz del atardecer es una imagen impactante.

Se conoce como El Río al espacio de mar que separa Lanzarote del archipiélago Chinijo, formado por algunas pequeñas islas entre las que destaca La Graciosa, la isla que tenemos en primer plano desde el Mirador del Río y que en días despejados ofrece una belleza impresionante.

Construido en 1973 gracias, como no, a Cesar Manrique, se levanta sobre la antigua “Batería del Río”, línea de cañones utilizada en la Guerra de Cuba contra los Estados Unidos a finales del s.XIX. La integración con el entorno es sencillamente perfecta. Para lograrlo se excavó un gran hoyo sobre la montaña en el que se levantaron dos cúpulas para después cubrirlas de tierra de manera que queda completamente oculto dentro de la propia montaña.

En el interior de las cúpulas construidas se hizo un restaurante con unas vistas espectaculares. El mirador propiamente dicho dispone de tres zonas de observación. En el mismo restaurante, todo el ventanal circular que lo rodea mirando al mar, el pasillo exterior y la terraza superior. Desde cualquiera de ellos las panorámicas son para quedarse embelesado horas y horas.

Si tienes tiempo, la visita a La Graciosa puede que merezca la pena. Se llega en barco desde Orzola.

La vuelta hacia Playa Blanca la hacemos por Haría hasta Teguise, lo que nos da todavía algunas vistas excepcionales del atardecer insular.

Estos tres puntos fueron el recorrido de nuestro tranquilo primer día, se hace con total comodidad, las distancias son muy pequeñas. Algunos pensarán, “no has hablado de comida” :P, pues no, aún no ;), y es que este día íbamos a comer en Arrieta, en un restaurante que nos habían recomendado, pero no lo encontramos y acabamos comiendo en lo primero que encontramos abierto, ni bueno ni malo, normal.

D) Timanfaya

Nuestro segundo día turístico comienza en el Parque Nacional de Timanfaya, el centro neurálgico de Lanzarote y una auténtica pasada. Fijaos en algunas fotos como se ven los cráteres.

No hace falta que os explique que hablamos de un paraje natural de origen volcánico. No estamos acostumbrados a ver algo así y es realmente espectacular, parece que te encuentres en la luna, rodeado de cráteres y rocas de lava solidificadas.

El acceso al Timanfaya está totalmente controlado y restringido con un número máximo de coches y personas simultáneamente y hasta que no baje alguien no puede subir nadie más. Una vez arriba tus movimientos están también limitados, no puedes salirte del recinto del Centro de Recepción. Y es que el acceso al Parque está totalmente prohibido si no es en las “guaguas” oficiales que te pasean por entre cráteres y lava durante una hora aproximadamente. La mayoría de las fotos que veis aquí fueron tomadas desde el autobús, el resultado es mucho mejor de lo que esperaba.


Dado que las últimas erupciones fueron a mediados del s.XVIII, el Parque del Timanfaya apenas ha sufrido intervención humana, con lo que es un espacio privilegiado para investigaciones de colonización biológica dada la presencia casi nula de vegetación.
Menos mal que no dejan acceder con coche, se montarían unos buenos líos por esa pequeña carretera. La “Ruta de los Volcanes” que hace el autobús es realmente una gran experiencia, echas de menos en algún momento que te dejen bajar :P, pero es totalmente comprensible que no lo hagan.

Es realmente espectacular lo que ves. 200km cuadrados de volcanes, lava y cenizas que van descendiendo hasta tocar el mar sin ningún ápice de vegetación. Un paisaje apocalíptico provocado por la furia de 300 volcanes hace menos de 300 años.

La mayor región volcánica de las Islas Canarias presenta una aspecto de planeta completamente deshabitado. Podría ser el escenario de infinidad de películas catastróficas… si no fuese Parque Nacional :P, sin embargo lo que para unos sería símbolo de muerte es, en realidad, un laboratorio de vida :).


Qué más os puedo contar yo que no se vea en las imágenes. Hay que verlo, sin duda alguna, nunca habrás visto algo similar.

Ya en la zona del Centro de Recepción tenemos las típicas demostraciones de que sigue habiendo actividad volcánica en Timanfaya. Sobre esta aparentemente inocente grieta, los operarios colocan algo de paja seca…


Y casi al instante comienza a arder por el calor que viene del interior. Incluso la superficie del suelo que veis, formada por pequeñas piedrecitas, se encuentra realmente caliente cuando las coges con las manos.
Otra atracción para turistas. Por un tubo metálico de unos 10cm de diámetro que llega no se cuantos metros al interior de la tierra vierten un poco de agua y al momento sale disparada violentamente por la evaporación y la presión del gas… queda llamativo, no lo puedo negar.

Aquí vemos un horno “natural”, que aprovecha el calor del propio volcán.

Y aquí una de las estrellas del Centro de Visitantes. Perteneciente al restaurante “El Diablo” nos encontramos con esta barbacoa que, al igual que el horno, utiliza el calor que desprende el propio volcán por las grietas de la superficie.

Desde aquí nos desplazamos a El Golfo (E), y paramos a comer, ahora sí :). Fuimos directos a La Lapa, en la misma entrada del pequeño pueblo marinero, lo teníamos apuntado en nuestros “recomendados” y valió la pena, salimos encantados.

Empezamos con especialidades locales, mojo picón, cómo no, para acompañar las papas arrugás, y queso de la zona con confitura.


Y el plato estrella. Parrillada de pescado. Comimos varios días a base de parrilladas ya que son espectaculares. Pescado fresquísimo, muy sabroso y muy bien de precio, entre 24 y 30 euros dependiendo del sitio. Dependiendo del día, del mercado y del mar, encontrarás distintas variedades en la bandeja: vieja, cherne, antoñito, sargo, chopa, etc. Pero siempre de excepcional calidad.

E) El Lago Verde

Tras comer y dar un paseo por el pueblo nos acercamos al Lago Verde, llamado así porque es… verde :P. Es uno de los puntos de entrada gratuita en Lanzarote.

El contraste no solo con la montaña sino con la negra arena de la playa le proporciona una apariencia espectacular. El color se debe a las algas que habitan en su superficie, no hay más secretos :P.
Se encuentra en una especie de anfiteatro natural abierto tras las erupciones de 1730, una pequeña cala de arena volcánica. El lago se formó al inundar el agua el cráter.

En lo alto del extremo más cercano a El Golfo se encuentra un mirador desde el que se puede apreciar la grandiosidad de esta maravilla de la naturaleza.


Las paredes de roca que rodean la cala presentan caprichosas formas debidas a la porosidad de la toba y al paso del tiempo. El lago está declarado Reserva Natural, con lo que está terminante prohibido el baño.

E) Los Hervideros

Continuando la misma carretera que bordea la costa desde El Golfo llegamos a Los Hervideros. Cuidado con el desvío, no está nada claro en esa dirección, no está señalizado, en el sentido opuesto sí :P, a nosotros nos tocó pegar la vuelta, y porque nos llamó la atención el tráfico excesivo de coches que había.


Los hervideros son el resultado de la erosión de las olas del mar chocando contra las lenguas de lava que corrían hacia el mar y que al solidificarse han creado una zona de costa por donde el mar, cuando está embravecido, sube por las cuevas, agujeros y recovecos de la lava provocando un efecto semejante al del agua al hervir.

Se puede caminar por prácticamente la totalidad de los riscos, lo que permite acercarse y asomarse a distintos balcones naturales desde los que disfrutar del espectáculo del mar embravecido contra la costa.

La unión de los elementos fundamentales, tierra, aire, fuego y agua nos devuelven extravagantes y curiosas formaciones.




No considero que sea una visita imprescindible, pero si te aburres una tarde resulta curioso, poco más. Ah, y es gratis! 😉

E) Las Salinas de Janubio

Siguiendo de nuevo un poco más hacia el sur de la isla llegamos a las Salinas de Janubio, donde, bueno, lo mejor de todo es haber llegado al atardecer y asistir a la puesta de sol desde una posición privilegiada: la terraza de un solitario bar que hay allí mismo. No íbamos con la idea de parar, la casualidad hizo que decidiésemos tomar algo en ese mismo bar :).


Explotadas desde finales del s.XIX, las salinas constituyen tradicionalmente uno de los sectores fundamentales en la economía lanzaroteña debido a la importancia que para la pesca tiene la sal, tanto para su conservación en salazón como en salmuera.

Finalizamos aquí otro tranquilo día. Quiero insistir en que parece que se hacen muchas cosas en un día, pero es que es una isla pequeña y las distancias son muy cortas. Ningún día madrugamos, salíamos del apartamento alrededor de las 11 de la mañana y regresábamos sobre las 6 o 7 de la tarde.

F) La Geria

Ya habíamos estado por el este y por el oeste de la isla, esta vez nos tocaba el interior. La casualidad hizo que fuese domingo y se celebrase en Teguise el considerado como mejor mercadillo de la isla, así que hacia allí nos fuimos. De camino pasamos por La Geria lo que nos permitió descubrir in situ aquella manera de cultivar las vides que os comentaba.

Todo lo que ves por esta zona son extensiones de viñedos plantados según la tradición, cepas sobre montañas negras, parece imposible que vaya a crecer algo…

Pero crece. Fijaos aquí en detalle. Así es toda la zona, pequeños cráteres realizados sobre el suelo en el centro del cual se planta la cepa y un pequeño muro de piedras que la protege de los vientos constantes. No hay más secreto. Se desaprovecha mucho espacio, por supuesto, pero a cambio se consigue tener una variedad única de vino.

G) Teguise

Llegamos a Teguise y dejamos el coche en uno de los muchos aparcamientos señalizados y distribuidos a la entrada del pueblo, previo pago de la “tasa municipal”, eso sí :P.

Teguise fue la primera capital de la isla hasta que en 1852 se trasladó a la actual Arrecife gracias sobre todo al empuje de su puerto. La recuperación realizada en los años ochenta llevó a que fuese declarada Conjunto Arquitectónico Histórico-Artístico, y esto es exactamente lo que podemos apreciar hoy en día.

Sobre el trazado medieval de casas blancas podemos disfrutar de un agradable paseo por sus angostas y empedradas calles, sus palacios (prueba de su poder señorial), sus iglesias y sus monumentos. Es sin duda la mejor expresión de la arquitectura y el arte canarios en Lanzarote.

En cuanto al mercadillo, qué queréis que os diga. Desde mi punto de vista está completamente mitificado. Me imagino que hace algunos años sería algo mucho más tradicional y representativo de la cultura de la isla, pero hoy en día es un mercadillo más, algunos puestos puede que te recuerden a Ibiza mientras que otros (muchos) te recordarán a cualquier mercadillo de tu pueblo. Es posible también que sean los numerosos turistas extranjeros los que le dan la fama que tiene, pocos mercadillos habrán visto :P. En mi opinión, si te coincide, bien, pero cambiar tus planes para poder acercarte no vale la pena…

H) Caleta de Famara

Tras perdernos por el mercadillo de Teguise continuamos viaje hacia Caleta de Famara ya con el apetito pidiendo a gritos algo que ingerir.

Aquí traíamos como referencia el Restaurante Sol, fácil de encontrar pero complicado de encontrar mesa. Por suerte sólo tuvimos que esperar un cuarto de hora para disfrutar de las vistas de La Graciosa y el Risco de Famara desde la terraza a pie de mar.

Volvimos a la carga con la parrillada de pescado, de nuevo espectacular, acompañada esta vez por una ensalada de marisco de primero que estaba realmente buena.

De nuevo he de decir que la relación calidad/precio fue maravillosa. Un lugar ideal para disfrutar de la cocina canaria y de la conejera en particular.

Caleta de Famara, justo al lado de la Playa de Famara conocida sobre todo por los aficionados al surf y demás deportes acuáticos, es posiblemente el pueblo de Lanzarote que más ha sabido conservar la esencia propia de la isla. Pese a que hay algunos servicios turísticos, sobre todo alquiler de apartamentos, sigue siendo un pueblo pesquero con carreteras de tierra sin asfaltar, lo que refuerza más aún, si cabe, su carácter.

De verdad es un paseo agradable, después de comer, perderte por las calles y recovecos del pueblo o acercarte a la propia Playa de Famara. Si el viento lo permite, el atardecer debe ser espectacular, sobre todo con marea baja.

Senderismo por el Timanfaya

Decidimos regresar a Playa Blanca bordeando la costa hacia el Timanfaya, y ahí nos llevamos una agradable y triste sorpresa a la vez. Triste porque nadie, ni siquiera en la oficina de turismo, nos habían dicho que existía. Agradable porque era una ruta de senderismo por la que puedes cruzar parte del Parque del Timanfaya por tu cuenta. Llegamos tardísimo y no pudimos ni plantearnos completarla, ya no teníamos tiempo, nos quedamos con las ganas.

La ruta es Miradero – Las Malvas, de unos 8km de longitud y que termina en la costa tras haber cruzado completamente el Timanfaya.

La entrada al sendero, apenas sin señalizar, está dirección Tinajo tras pasar el desvío del Centro de Visitantes del Timanfaya. Es un pequeño desvío a mano izquierda. Lo único que verás es una pequeña explanada para dejar el coche, y digo pequeña porque no caben más de 3 o 4 coches, y un cartel apenas visible.

Ojalá hubiera sabido antes que existía esta ruta, es el único punto por el que puedes caminar entre la lava solidificada. Hacia el final, parece ser, tienes unas vistas espectaculares de algunos cráteres.

Aquí tenéis toda la información sobre el sendero.

I) Playas de Papagayo

Finalmente haré una breve reseña sobre las Playas de Papagayo, situadas muy cerca de Playa Blanca, pero alejadas de los núcleos turísticos.

Es un conjunto de cuatro pequeñas playas (Playa Mujeres, Playa de Papagayo, Playa del pozo y Playa Puerto Muelas), esta vez sí de fina y rubia arena.

Su situación es excepcional para disfrutar de otro atardecer en la isla ya que ves como se va poniendo el sol con Fuertevendura al fondo como podéis observar en la foto de arriba.

Nuestra despedida de Lanzarote la hicimos en el restaurante El Almacén de la Sal, en Playa Blanca, uno de los clásicos de la zona ya que lo recomienda mucha gente. No puedo decir que nos haya gustado. Más caro que los demás y, comparativamente, de peor calidad, y digo comparativamente porque al no haber pedido platos similares tampoco se puede establecer una equiparación objetiva.

Nuestro menú consistió en pastel de erizo (especialidad de la casa), medallones al cabrales, entrecot de buey y tarta de queso. Obviamente no es el mejor sitio para pedir carne, estábamos un poco cansados de pescado ya, pero es que no estaba nada buena, no justifica el precio. El pastel de erizo, eso sí, exquisito.

Compras en Lanzarote

Finalizamos el publireportaje con un pequeño comentario sobre compras. Como supongo que todos sabeis, las islas han sido tradicionalmente un sitio ideal para comprar sobre todo electrónica y relojes, sin embargo esto ha venido a menos considerablemente. De puerto franco libre de impuestos ha pasado a cargar el IGC, parecido al iva, con lo que los márgenes y las diferencias se han prácticamente equiparado a la península. Con las compras por Internet ya no hay apenas diferencia entre precios, al menos no en tiendas de confianza. Si quieres ponerte a regatear y te sale bien la jugada, puede que saques un buen precio, pero mucho ojo a lo que te venden, no a lo que te enseñan ;).

Yo iba buscando una cámara de fotos concreta, una Canon EOS-500d. Mi precio en la península eran 615 euros por Internet en aquel momento y terminé comprándomela allí por 600 en una de las más conocidas y de confianza, Visanta. Me la compré simplemente porque así la aproveché durante todo el viaje :P. Pregunté en muchos sitios y me harté de tener que comerle el tarro a un subnormal que me quiere tomar el pelo a mi diciéndome que la 500d sin estabilizador cuesta 500 y con estabilizador 600. Vas a tener que quitarle tú el estabilizador, el objetivo de ese modelo viene con él :P.

Lo barato, sin duda, el alcohol, el tabaco (menos de la mitad que en la península) y perfumería y estética en general, aquí los precios pueden ser realmente bajos en comparación, pero ojo sobre todo a lo que compras si después vas a coger un vuelo de bajo coste, te puede salir más caro si te toca pagar sobre peso, y es que los perfumes, cuando mayor sea la botella, más barato sale, pero más pesa.

Aquí terminamos nuestras merecidas vacaciones de invierno :P, entregamos el coche en el aeropuerto, embarcamos en el avión sin problemas de sobrepeso en el equipaje de mano y regresamos a la cruda realidad de los 7º en Madrid…

Eso sí, si todo va bien las próximas navidades me llevarán a otra de las Islas Canarias, un planazo en pleno invierno.