Me copio de Jose Alberto Hernandis una interesante entrada que, tal y como él comenta, y después de mi artículo Historias y homenajes en 8bits, podría titular también “Historias del abuelete 2”, jejejeje.
Mi primer contacto con Internet se produjo a finales de 1994, recién llegado a la universidad, en la ETSE Telecomunicación de Vigo. Un inocente chaval de 18 añitos entraba en contacto con el mundo exterior. Comenzamos a tener correo electrónico con unos Macintosh prehistóricos, no sé qué modelo eran pero os aseguro que de los primeros. Al poco tiempo se renovó el parque de PC’s de la Escuela por unos flamantes Pentium90 y nos permitieron recauchutar los viejos 286 para montar una red Linux de uso exclusivo para alumnos en un pasillo muerto (había muchos en aquél extraño edificio). Por aquél entonces ya disponíamos de cuentas personales de correo, de acceso a la red y acceso shell. Por cierto, la mía me la bloquearon al poco tiempo 😉 .
Corría el año 1996 cuando tuve mi primera conexión en casa, un modem 28.800 de ultimísima generación con una superoferta de RedesTB (después CTV y hoy Wanadoo). Comenzar a utilizarlo fue un caos ya que tenía MSDOS6.22+Windows3.11 (ya existía Windows95 pero me negaba a instalarlo 😛 ), así que me tenía que pelear con Trumpet Winsock para lograr conectar a Internet y no había manera así que, después de ver un artículo en PC-Actual sobre cómo conectar con Linux editando no sé cuantos archivos a mano (de aquella tendría un Red Hat 4.1 o similar) decidí a probar suerte con él y así fue como, señoras y señores, mi primera conexión a Internet desde mi casa fue ¡con Linux! (por friki que parezca) y durante muchos meses, hasta que me decidí a migrar mi 486 a Windows95.
Por razones obvias tuve que llegar a un acuerdo con mis padres para hacerme cargo del gasto telefónico porque sí, queridos niños y niñas, hubo un tiempo en este país donde no existían las tarifas planas ni banda ancha y pagábamos una millonada para conectarnos media horita a hipervelocidad, jejejeje. El problema fue que el gasto fue creciendo exponencialmente, sobre todo al descubir los chats y las chavalas que en ellos moraban, pero eso, amigos, es otra historia 😉 .
A mi me hace mucha gracia que chavales de ahora se quejen que tal película tarda mucho en bajarse…. cuando nosotros ni nos lo podíamos plantear en nuestra época y lo que tardaba era simplemente una página HTML.
A ver si “nuestras” operadoras se deciden por fin a poner anchos de banda más útiles. Hemos avanzado mucho, pero es que hay países que nos llevan mucha ventaja en ese aspecto. Envidio a la gente de Suecia que pueden tener conexiones de 100Mbps simétricas por pocos EUR.
Un saludo.
Dí que sí Jose.
A mi me hace más gracia aún ver como se les viene el mundo encima si no funciona el Messenger 😛 .
Apoyo tu moción de los anchos de banda y la extiendo a los móviles, banda ancha barata YA!! 🙂
Bueno Osus, me temo que a friki esta vez gano yo: me empeñé en hacer Ingeniería Informática con mi Commodore Amiga A1200.
Mi primera conexión fue una tarifa plana de Retevision (creo). Para conectarme tenía que usar una complicadilla aplicación que gestionaba la pila TCP llamada Miami TCP. Recuerdo vagamente aquella llamada a Retevisión en la que intentaba resolver mis dudas sin llegar a la parte en la que te preguntaban que Windows usabas. De hecho la anécdota era muy buena aunque ya no la recuerdo bien (algunos de mis amigos la conocen y rieron bastante por entonces) porque finalmente sucumbí y le dije, mas o menos:
-“Tengo un ordenador Amiga”
-¡Aja! ¿Con que versión de Windows?
– No lleva Windows, el sistema es un Amiga Workbench 3.0.
En ese momento el tipo debió escuchar bastante mal y además la respuesta era demasiado complicada para alguien que vivía en el mundo de microsoft, porque el tipo contestó:
-¿Word?¿Word? ¿Qué te conectas a internet usando el Word?
En fin, no sé como, pero debí conseguir la información porque de hecho comenzó mi era de Internet amiguera navegando con Ibrowse y leyendo el correo con YAM (aún no he encontrado un cliente de mail que me haga olvidarlo)
Mas tarde llegaría la segunda flipada. Particioné el disco y le instale un segundo sistema operativo: una Debian Potato. Si tío, yo debería hacerme una camiseta con la leyenda “Yo instale una Debian en un Amiga 1200”. Aquello fueron par de noches (horario de tarifa plana) bajando paquetes con apt.
Mi A1200 sigue conmigo, es cierto que un poco abandonado, pero estoy seguro que cualquier día le enchufaré un viejo HD y retaré a Yorch, Rachandras y quién se cruce en mi camino a un par de partidos al Sensible Soccer.
¡Qué buenas las “Historias del abuelete”! ¡Hay que ponerle un FEED propio! Jajajaja. ¡Esperamos la parte 3!
Menudo friki, tu primera conexión a Internet con Linux. Impresionante. Y lo de Deuteros para nota.
Por qué te cancelarían la cuenta en Teleco digo yo… ¡Juaaa!
Yo conecté la primera vez con un módem 16.800 que costó una pasta y pagaba a un cutreISP (desaparecido por supuesto) unas 12.000 pesetas al mes por el acceso (a parte obviamente la llamada), se llamaba EL DORADO, jajaja. Y ahí colgué mi primera página web hecha con el Word. ¡Qué tiempos! ¡Descrubiendo el IRC desde el Microsoft Chat! Horas y horas conectados hasta las 6 AM… ¡Vaya facturitas! ¿Eh Suso?
Jajajaja, antes de nada….. cómoeme el nardo bernrdo, segundo enhorabuena por el blog Bernardo, tercero….. nunca llegué a conectarme a internet con mi A500, era demasiado pollo y no sé si por entonces se podía. Luego llego el Amiga 600 con su HDD integrado y el A1200 que con los años conocería a un tal Deuteros que fue frikazo del susodicho.
Atrás quedaron esas experiencias, el Sensible y CannonFodder pero creo que soy de las pocas personas, al igual que Bernardo, en poder disfrutar de Ono en Valencia, cable y esas cosas, banda ancha de 128….. cuando nadie más tenía…. qué momentazos.
Ahora, hasta mi abuela sabe manejar el maldito flash y bajarse una peli! diossssssssss que nos quietan el trabajo, jajajajaja