O lo que es lo mismo, la costa norte de Galicia. Dedicado especialmente a José Luis :).
En el primer capítulo referente a las vacaciones os hablé del sur/suroeste de Galicia. Hoy subimos al norte pare recorrerlo de punta a punta.
Me han acusado (;)) de no escribir casi nada en el primer artículo, ¡pero si nadie lo lee, sólo veis fotos!, así que haré un pequeño esfuerzo para compensar :P.
Cervo
Nuestro destino era el pequeño pueblo de Cervo, a escasos 30 kilómetros de Viveiro, donde nos alojamos en Anatur Hotel Rústico. La situación es idílica, con un río justo delante de la terraza donde desayunábamos a diario. La pareja que lo lleva, encantadores, nos hicieron sentir en todo momento como si estuviéramos en nuestra casa. Sin duda alguna es un lugar para repetir.
Si por algo es conocido Cervo es por ser la cuna de la cerámica de Sargadelos (que no Sagardelos 😉 ). Sólo un poquito más arriba de Cervo nos encontramos la fábrica nueva y y subiendo un poco más las ruinas de lo que fue el origen del imperio, la industria siderúrgica (y no la loza) allá por el s.XVIII. El Marqués de Sargadelos llegaría a ser uno de los hombres más ricos e influyentes del país. Al lado mismo se encuentra el Paseo dos Namorados.
En el mismo Cervo había un restaurante que recomiendan bastante por Internet y que también nos indicaron en Anatur, Restaurante Pousada O Almacén, así que alli nos dirigimos a comer el primer día. La verdad, yo no lo recomendaría, ni la comida estaba espectacular ni mucho menos la relación calidad/precio. Incluso me atrevería a decir que el entrecot no era todo lo fresco que debiera, en todo caso nada que destacar, un lugar muy normalito. El menú:
Pulpo a la gallega
Chocos en su tinta
Entrecot de ternera
San Ciprian
Saliendo de Cervo en busca de costa llegamos directamente a San Cibrán, donde ya su faro y la costa nos avisan de lo que nos encontraremos a medida que avancemos hacia el oeste.
Viveiro
Continuando hacia el oeste nos acercamos a Viveiro. Nosotros nos desviamos antes de llegar por la Praia de Area para subir a Monte Faro desde donde tenemos una vista espectacular de la ría de Viveiro.
Nos hubiera gustado disfrutar mucho más de Viveiro pero íbamos con los días justos. Me quedé con las ganas de subir a San Roque y al Pozo da Ferida y que el día estuviese algo más despejado.
Estuvimos dando una vuelta por el centro del pueblo (en plenas fiestas patronales) y nos acercamos a la Praia de Covas para buscar algo de cenar. No suelo recomendar pizzerias, pero Pizzabur resultó ser un sitio perfecto alejado de las típicas franquicias. Mucha gente local (por algo será) nos empujaron a entrar y no nos arrepentimos, bien para lo que es (pizza y comida rápida) pero muy barato para lo que estamos acostumbrados.
Estaca de Bares
Siguiendo una vez más hacia el oeste pasando O Vicedo y O Barqueiro (paradas casi obligatorias también donde por cierto se come de lujo) llegamos a Estaca de Bares, el punto más septentrional de la Península Ibérica desde donde comenzamos a divisar los acantilados que nos acompañarán durante el resto del viaje.
Un poco más abajo del cabo existe un pequeño hotel de ensueño, Semáforo de Bares, ubicado en una antigua base de la marina española y rodeado por el mar. Cuenta con el mérito de ser el hotel situado más al norte de España. Íbamos a alojarnos en él pero ya estaba lleno cuando llamamos, y es que tiene muy pocas habitaciones, si estás interesado en alojarte en él debes reservarlo con tiempo. Total, aprovechamos para tomar una cañita en la terraza rodeados de esas impresionantes vistas.
Porto de Bares
Desde el Semáforo de Bares bajamos al pequeñísimo pero encantador pueblo de Bares, en la misma península, y aprovecharnos para pegarnos un baño fresquito :).
Para comer acudimos allí mismo, en el puerto de Bares, a Restaurante La Marina, ya que habíamos oído hablar bastante bien de él, pero otra vez volvimos a salir medio descontentos. De nuevo ni la relación calidad/precio es satisfactoria ni los platos están especialmente buenos.
Nécoras
Estaban bastante buenas, pero nada de baratas, por la zona hay sitios con marisco a mucho mejor precio.
Chipirones a la plancha
Aquí debiera decir que estaba horriblemente malos y fatalmente fritos, pero no lo diré 😛 .
Mejillones
Son muy agradecidos, nunca defraudan 😛
Navajas
He de reconocer que estaban buenas, aquí si que no hay queja.
En su defensa diré que los percebes que tenían eran de infarto, de esos que se dice “como puños” y esta vez sí que tenían un buen precio para ser percebes, que ya de por sí no son baratos. La especialidad de la casa era arroz con bogavante, pero no sólo no me pareció barato si no que la cara de la mayoría de mesas cuando les sacaban la cuenta era todo un poema. Supongo que querían hacer su agosto en… agosto :P.
Cabo Ortegal
Salimos de Bares dirección Ortigueira y continuamos hacia Cariño para llegar a Cabo Ortegal. Ojo a la bajada porque parece que te vas a caer al mar, entre lo empinada que es y que el final es un pequeño muro…, en la foto a penas se aprecia.
Desde aquí podemos apreciar los acantilados más altos de la Europa continental, son los que se ven al otro lado de los que se ven en la costa, los acantilados de Cedeira, lástima que no llegásemos, me queda pendiente. Toda esta zona es la cuna por excelencia del percebe, no dejes de probarlos :).
Ortigueira
De vuelta hacia Viveiro hacemos parada técnica en Ortigueira, famosa por su Festival Intercéltico. Me pasé los últimos años que viví en Galicia deseando ir pero finalmente sigue siendo una asignatura pendiente. Quizás cuando me jubile (;)).
Castro de Fazouro (Foz)
Ahora nos movemos al este de Cervo, hacia Asturias. Nuestra primera parada es en Foz, en un antiguo asentamiento de hace alrededor de 2000 años, no está muy claro cuanto. Hay unas 9 viviendas excavadas y la entrada está rodeada de un foso, dando al mar por el otro lado. Posiblemente en su origen tuvo una muralla defensiva hoy desaparecida.
Está curioso sí, pero nada del otro mundo si has visto otros como el de Santa Tecla o el de Baroña.
Praia de As Catedrais
Y llegamos al punto culminante de la ruta por el norte de Galicia, la Praia de As Catedrais justo antes de Ribadeo, la joya de la corona de la Mariña lucense tal y como atestiguan los miles de turistas que allí había y que convertían la visita en algo bastante incómodo, es lo que tiene agosto, qué le vamos a hacer.
La Praia de As Catedráis debe visitarse con marea baja o no verás nada, así que es muy importante saber la hora a la que debes acudir, la hora de bajamar obviamente. A la gente del Mediterráneo le resulta curioso y extraño eso de las mareas, pero sí, existen, y en este caso es muy importante estar pendiente de ella para aprovechar la visita. La marea cambia cada seis horas, así que en algún momento de la mañana o de la tarde podrás acceder. La gente de Protección Civil vigila permanentemente los accesos para evitar que la gente se quede atrapada con la subida de la marea, no es ninguna broma, van abriendo y cerrando los accesos a medida que baja y sube.
Entre el ayuntamiento de Barreiros y el de Ribadeo se encuentra una retahíla continua de arenales cada cual más idílico que el anterior que desembocan en As Catedrais. Si algún día existió el paraíso, estaba aquí :P. Las caprichosas formas de las rocas de esta playa no son más que el fruto de la casualidad del mar rompiendo contra la costa. Sí, el mar rompe contra la costa en… toda la costa :P, pero aquí lo hace de manera especial.
No me enrollo más y os dejo con las fotos con marea baja, creo que sobran más comentarios, he intentado hacer una pequeña selección pero no he podido :).
Veamos ahora el cambio con marea alta. Fijaos bien en el color del agua, ¿Caribe? no, Galicia :P. Se ve exactamente lo mismo que veíamos anteriormente pero sólo un par de horas antes.
Final del segundo capítulo. En el tercero y último nos vamos a Asturiaaaas patria queridaaaa…. 😉